La Coordinadora Regional Jesuita (CORAJE), plataforma que integra las obras educativas, sociales y pastorales vinculadas a la Compañía de Jesús en las regiones de Tacna y Moquegua considera imperativo decir una palabra ante la dramática situación por la que atraviesa la Patria.
En los últimos días hemos sido protagonistas y testigos de la masiva manifestación de rechazo por calles, ventanas y balcones de parte de la población, liderada por una juventud que se pensaba era indiferente e indolente a la realidad social y a la escena política, que se expresa en contra de un sistema que ha sido capturado por lo peor de nosotros, degradando el noble oficio de la política convirtiéndolo en un vil medio para el logro de los más oscuros intereses en medio de una de las peores crisis económicas fruto del azote de una pandemia que ya ha enlutado a miles de familias en el Perú.
Esta población que sale a las calles a expresar su indignación arriesgando su salud ha sido castigada en la ciudad de Lima con una brutal represión que ha causado ya la muerte de dos jóvenes y dejado una multitud de heridos y desaparecidos. La policía, que debía defender los intereses de la Nación los ha tratado peor que a delincuentes comunes. No podemos aceptar este proceder.
El gabinete, legalmente usurpador, ha presentado, casi en pleno, su renuncia. Esperamos que pronto lo hagan los demás miembros incluido el presidente, su vicepresidente y los ministros restantes.
La fuerza de la juventud castiga ahora con su repudio a todos aquellos que contribuyeron al caos, -congresistas, partidos políticos en el Congreso y fuera de él incluidos no pocos Gobiernos Regionales y Municipales, ministros renunciantes, etc. La ley deberá ser aplicada con rigor a todos los responsables.
Finalmente, como educadores que somos, hacemos un llamado a reflexionar y considerar que la legítima protesta debe dar paso a una necesaria propuesta que convoque a toda la sociedad a construir la Patria Grande que deseamos luego de doscientos años de Independencia.
Alentamos por ello a la juventud a participar activamente constituyendo nuevas organizaciones políticas sostenidas en una sólida doctrina que defina con claridad qué país sueñan, los valores que debieran constituirlo y el programa para conseguirlo. Esto es, hacemos un llamado a constituir nuevas organizaciones políticas que expresen el sueño de un Perú para todos, a participar activamente donde no haya lugar para la corrupción, desigualdad, ni atropello de nuestros derechos.
